Con más conciencia y menos cloro
No se quede en el susto ni en la negación, sino más bien, conviértase en un usuario responsable de su bienestar y salud consciente en su cuerpo; utilizando la información, y las herramientas que tenemos a mano.
No se quede en el susto ni en la negación crónica de quien sigue esperando que todo “vuelva a la normalidad”. Mejor hágase usuario premium de su bienestar, versión consciente, con cuerpo incluido y cerebro en línea. Porque después del primer shock vino la iluminación a lo «Living in a Ghost Town», The Rolling Stones “La vida era tan hermosa… luego todos quedamos encerrados.” “Estoy viviendo en una ciudad fantasma”. Sin olvidar a «Toosie Slide»/Drake “Pie derecho arriba, pie izquierdo desliza…”
Drake no habló del virus, pero hizo que medio planeta bailara en pantuflas.
Primero fue el caos:Mascarillas que volaban más que los abrazos. El alcohol se volvió gel y el contacto humano… una actividad sospechosa. Descubrimos que el WiFi era más confiable que muchos sistemas de salud, que el pan casero podía curar el alma, aunque no el colesterol, y que trabajar en pijama no era flojera: era resiliencia textil.
Cuando se disipo el humo del alcohol en spray, quedó lo más importante: nos dimos cuenta de que nuestras defensas, nuestra inmunidad estaba débil, y que todavía una gran cantidad de personas continúan creyendo que la salud solo viene en cápsulas o en vacunas mágicas, que no protegen de lo ofrecen. Pero también trajo: ¡la locura de pensar por uno mismo! Y algo aún más raro… ¡elegir con conciencia! Entonces ahora llego el momento de pregúntarte: ¿Qué necesita mi cuerpo para estar fuerte y despierto en un mundo más tóxico que un grupo de WhatsApp familiar?
Ya no se trata de temerle a la vacuna ni a las teorías de conspiraciones, ni al virus o al vecino que tose como batería de reguetón. Se trata de vivir mejor que antes. No de sobrevivir por defecto, sino de vivir con efecto. Porque no somos los mismos. Ahora vemos lo bueno, lo plástico y lo plástico dentro de lo bueno; ahora tenemos la chance de construir una salud más despierta, una inmunidad más informada y un cuerpo que no se cure… sino que se comprenda.
La inteligencia post pandemia, se basa en aprender y vivir en modo diseño consciente. Entender que la salud no es solo la ausencia de fiebre ni una PCR negativa. Es un equilibrio dinámico. Un estado de presencia. Una danza entre lo físico, lo mental y lo invisible.
Tu cuerpo ha sido bombardeado y guarda memorias, incluso a nivel celular. Unas memorias son químicas, otras emocionales e incluso ambientales… y tiene una larga lista de “cosas pendientes por limpiar” que no se resuelve con jugo verde de lunes.
Cuando tu cuerpo ha sido bombardeado con químicos ambientales, farmacéuticos y unas cuantas memorias post pandémicas que no se borran ni con terapia de abrazos, es hora de pasarle el plumero… cuántico.
Es aquí cuando entran en acción: Un Scanner Cuántico (Que restaura la bioelectridad y con ello el bienestar y la salud); Un drenaje linfático (ese héroe silencioso que te exprime como si fueras una esponja llena de estrés) y una zeolite grado 5, que no es una varita mágica, sino como una escoba multifunciones, de esas que barren lo que ni tú sabías que tenías pegado, no promete milagros, pero sí te ayuda a liberar metales pesados… incluso al temido óxido de grafeno, ese invitado tóxico que nadie pidió.
La pandemia ya paso, ya sabemos los secretos detrás de ella, pero dejo sus secuelas y no es esperar con los dedos cruzados, sino ayudar a restaurar el equilibrio de un sistema inmune que necesita traducción inmediata. Una sesión con el scanner cuántico recupera la función optima del sistema inmune y permite construir la salud desde adentro.
Lista de síntomas más usuales post pandemia:
1. Ansiedad y Depresión “Síndrome de no saber si tengo COVID o crisis existencial”.
- Insomnio, fatiga, pensamientos negativos, atracones de series.
- Causa pandémica: Encierro + incertidumbre + exceso de noticias = cóctel de cortisol.
2. Trastornos cognitivos «niebla mental» El «¿en qué estaba?» crónico.
- Muchos sobrevivientes de COVID reportan dificultad para concentrarse, lagunas mentales y memoria de pez dorado.
- Causa: Secuelas neurológicas del virus, estrés sostenido y sobrecarga de pantallas.
3. Problemas respiratorios persistentes También conocidos como “COVID largo”
- Tos que no se va, falta de aire, fatiga.
- En algunos casos, el sistema inmunológico sigue reaccionando como si aún estuviera en guerra.
4. Enfermedades cardiovasculares Porque el corazón también se estresó.
- Aumentaron los casos de hipertensión, arritmias y eventos cardíacos.
- ¿Culpables? El sedentarismo pandémico, el delivery emocional y el miedo constante.
5. Enfermedades autoinmunes El cuerpo contra sí mismo, versión 2.0
- Algunos estudios vinculan el COVID (y su entorno de caos) con el aumento de brotes o aparición de enfermedades como lupus, tiroiditis autoinmune, etc.
- Una teoría: el sistema inmune quedó tan hiperactivado que no sabe cuándo bajar la guardia.
6. Obesidad y enfermedades metabólicas Aplauso para los panes caseros, pero…
- El encierro trajo más azúcar que besos.
- Se dispararon los casos de obesidad, resistencia a la insulina, y diabetes tipo 2.
7. Sarcopenia y pérdida de masa muscular Síndrome del sofá eterno
- Falta de movimiento + mala alimentación = músculos que dijeron adiós.
- Especialmente crítico en adultos mayores.
8. Problemas visuales Gracias, pantallas. Gracias, Zoom.
- Fatiga visual, miopía en aumento en niños, y ojos secos.
- Los ojos no descansaban… ni cuando estábamos “descansando”.
9. Trastornos digestivos Porque el intestino también lo sintió todo.
- Más casos de colon irritable, disbiosis intestinal, acidez crónica hasta divertículos.
- El estrés inflama… y el delivery también.
10. Aumento explosivo de casos de CÁNCER El elefante en la sala de espera médica.
- Lo que antes se atendía en un año, ahora se está atendiendo en un mes.
- Aumento del estrés oxidativo, inflamación crónica, y toxicidad generalizada.
- Cánceres que dormían, se despertaron.
¿Y qué implica esta nueva inteligencia? Reconocer que la salud no es solo ausencia de síntomas, sino un equilibrio dinámico y profundo, y elegir estrategias que refuercen nuestro sistema inmunológico, depuren lo innecesario y nos devuelvan claridad física y mental.
Porque cuidar tu salud no es moda, es estrategia.